sábado, 3 de noviembre de 2007

Casi la mitad / Fast die Haelfte



Hemos cumplido cinco meses de viaje y estamos en Nueva Zelanda. Nuestro paso por Oceania es un puente entre un continente, el asiatico, que Silke habia visitado en varias oportunidades, y el americano, que yo habia recorrido alguna vez en su vertiente sudoccidental. Silke ha vuelto a India despues de dos viajes (en 1997 y en 2000), y tambien a Tailandia (1995) y a Vietnam (1999), y yo habia atravesado Suramerica (desde Colombia a Chile, pasando por Ecuador, Peru y Bolivia) en 1994, subcontinente que empezaremos a recorrer dentro de menos de un mes. Asi que ahora estamos en un paso intermedio entre dos “regresos”, nos encontramos en un territorio nuevo para los dos mientras Silke digiere su reencuentro y yo me preparo para el mio, mientras cada uno ve en el otro las distintas caras de los distintos viajes, las nuevas huellas y las antiguas.
Por esa razon hemos decido celebrar esta vez con una cita de Las ciudades invisibles de Italo Calvino, una cita relacionada con el proposito del viaje y su relacion con el pasado y el futuro, con la cronica de lo vivido y la secuencia profunda de lo que ha sido y lo que sera, una cita relacionada con la posiblidad de encontrarse en medio de un lugar remoto en Asia, por ejemplo, y sentir de pronto que hay alli un olor o un dolor o una vision que se corresponden en todos sus detalles con nuestra infancia , no porque sean “iguales” o porque ahora estemos creyendo en la reencarnacion o algo por el estilo, es porque hay en ello un sentido intimo del viaje, una manifestacion de lo que somos en lo mas extraño, un reconocimiento de lo poco que sigue siendo en nosotros y lo mucho que ya no pudo ser, una dolorosa alegria de reencontrarse fugazmente con un trozo de uno mismo que esta perdido para siempre, pero que es reconocible como propio a pesar de todo.
Aqui esta la cita (el libro es un catalogo de ciudades imaginarias, intercalado por dialogos entre Marco Polo y el Gran Kan):

“-Los otros embajadores me advierten de carestias, de concusiones, de conjuras, o bien me señalan minas de turquesas recien descubiertas, precios ventajosos de las pieles de marta, propuestas de suministros de armas damasquinas. Y tu? –pregunto a Polo el Gran Kan-. Vuelves de comarcas tan lejanas y todo lo que sabes decirme son los pensamientos que se le ocurren al que toma el fresco por la noche sentado en el umbral de su casa. De que te sirve, entonces, viajar tanto?
-Es de noche, estamos sentados en las escalinatas de tu palacio, sopla un poco de viento –respondio Marco Polo-. Cualquiera que sea la comarca que mis palabras evoquen en torno a ti, la veras desde un observatorio situado como el tuyo, aunque en el lugar del palacio real haya una aldea lacustre y la brisa traiga el olor de un estuario fangoso.
-Mi mirada es la del que esta absorto y medita, lo admito. Pero y la tuya? Atraviesas archipielagos, tundras, cadenas de montañas. Daria lo mismo que no te movieses de aqui.
El veneciano sabia que cuando Kublai se las tomaba con el era para seguir mejor el hilo de sus razonamientos; y que sus respuestas y objeciones se situaban en un discurso que ya se desenvolvia por cuenta propia en la cabeza del Gran Kan. O sea que entre ellos era indiferente que se enunciaban en voz alta problemas o soluciones o que cada uno de los dos siguiera rumiandolos en silencio. En realidad estaban mudos, con los ojos entrecerrados, recostados sobre almohadones, meciendose en hamacas, fumando largas pipas de ambar.
Marco Polo imaginaba que respondia (o Kublai imaginaba su respuesta) que cuanto mas se perdia en barrios desconocidos de ciudades lejanas, mas entendia las otras ciudades que habia atravesado para llegar hasta alli, y recorria las etapas de sus viajes, y aprendia a conocer el puerto del cual habia zarpado, y los sitios familiares de su juventud, y los alrededores de su casa, y una placita de Venecia donde corria de pequeño.
Llegado a ese punto Kublai Kan lo interrumpia o imaginaba que lo interrumpia, o Marco Polo imaginaba que lo interrumpia con una pregunta como: -Avanzas con la cabeza siempre vuelta hacia atras?– O bien: -Lo que ves esta siempre a tus espaldas?– O mejor: -Tu viaje se desarrolla solo en el pasado?
Todo para Marco Polo pudiese explicar o imaginar que explicaba o haber imaginado que explicaba o conseguir por ultimo explicarse a si mismo que aquello que buscaba era siempre algo que estaba delante de el, y aunque se tratara del pasado era un pasado que cambiaba a medida que avanzaba en su viaje, porque el pasado del viajero cambia segun el itinerario cumplido, no digamos el pasado proximo al que cada dia que pasa añade un dia, sino el pasado mas remoto. Al llegar a cada nueva ciudad, el viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabia que tenia: la extrañeza de lo que no eres o no posees mas te espera al paso en los lugares extraños y no poseidos.
Marco entra en una ciudad; ve a alguien vivir en una plaza una vida o un instante que podian ser suyos; en el lugar de aquel hombre ahora hubiera podido estar el si se hubiese detenido en el tiempo tanto tiempo antes, o bien si tanto tiempo antes en una encrucijada en vez de tomar por una calle hubiese tomado por la opuesta y despues de una larga vuelta hubiese ido a encontrarse en el lugar de aquel hombre en aquella plaza. En adelante, de aquel pasado suyo verdadero e hipotetico, esta excluido; no puede detenerse; debe continuar hasta otra cuidad donde lo espera otro pasado suyo, o algo que quiza habia sido un posible futuro y ahora es el presente de algun otro. Los futuros no realizados son solo ramas del pasado: ramas secas.
-Viajas para revivir tu pasado? –era en ese momento la pregunta del Kan, que podia tambien formularse asi: Viajas para encontrar tu futuro?
Y la respuesta de Marco: -El alla es un espejo en negativo. El viajero reconoce lo poco que es suyo al descubrir lo mucho que no ha tenido y no tendra.”

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Nun sind wir schon fuenf Monate unterwegs und haben zum Glueck noch nicht die Haelfte erreicht. Hier in Neuseeland und vorher Sydney betreten wir absolutes Neuland fuer uns beide. Das dient als guter Uebergang zu unseren Reisen in die Vergangenheit. Fuer mich war Asien eine Reise in die Vergangenheit, nachdem ich einige Laender vor 12 (Thailand), 10 (Indien), 8 (Vietnam) oder 7 Jahren (Suedindien) schon besucht hatte. Fuer Ricardo wird Suedamerika eine Zeitreise zurueck, nachdem er vor 13 Jahren von Kolumbien bis Chile reiste.

Dazu passend feiern wir dieses Jubilaeum mit einem Zitat aus Italo Calvinos “Die unsichtbaren Staedte”, als Kublai Khan Marco Polo fragt, warum er reist. Da wir den Ausschnitt nur auf Spanisch zur Verfuegung haben, moechte ich es kurz zusammenfassen: Kublai Khan versteht nicht, warum er reist, wenn dabei nichts Praktisches herauskommt. Marco Polo gibt als Grund fuer seine Reisen an, dass er beim Besuch umso exotischer Orte damit versteht, wo er herkommt, was er in seiner Kindheit erlebt hat. Ausserdem versteht er beim Beobachten des Lebens anderer, was sein Leben haette sein koennen, aber nicht sein wird. Kublai Kan fragt ihn, ob er nur reist, um seine Vergangenheit wiederzubeleben? Darauf antwortet ihm Marco Polo, dass er nicht in der Vergangenheit reist, sondern um seine Zukunft zu erkennen. Die Zukunft ist das Negativ von was er in seinem Leben nicht hat und nicht haben wird.

Es ist wahr, dass man beim Reisen und Beobachten anderer Leben erkennt, wie sich die eigene Denkweise, Kindheit und Erfahrungen davon unterscheiden. Zum Einen erblickt man etwas davon, was die grosse Welt ausmacht, und wie klein das eigene Leben dagegen ist. Zum anderen lernt man wirklich zu schaetzen, was man hat und erlebt hat. Ausserdem werden die Erinnerungen an die bereits durchreisten Orte immer leuchtender beim sich wieder daran erinnern. Man beginnt Parallelen zwischen den unterschiedlichsten Orten zu ziehen oder das genaue Gegenteil zu sehen. Und wir sind gespannt, welchen neuen Denkweisen und Lebensumstaenden wir begegnen werden und welche Momente aus unserer Vergangenheit aus der Versunkenheit auftauchen und uns in neuem Licht erscheinen…

2 comentarios:

Clau, Lauris y Memo dijo...

Queridos Silke y Richard: Desde este Continente que los espera muy pronto deseamos que se encuentren muy bien, aunque vemos que con tristeza van dejando atrás tantas experiencias vividas y hermosos lugares, seguramente no es facil ir abandonando cada sitio y personas tan increibles como las que han conocido, una razón más para entender que somos uno en este maravilloso mundo. Recuerdos Clau, Lauris y Memo

Silke dijo...

Queridos Memito, Clau y Lauris,

Muchas gracias por ese bonito comentario, es cierto que no es facil despedirse de las personas y los lugares que nos han hecho tanto bien. Este viaje es una suma de viajes, y cada uno de esos viajes reune descubrimientos y encuentros maravillosos, pero tambien despedidas con un dolorcito dulce, despedidas que por fortuna incluyen el horizonte de las cosas buenas que vendran, como verlos a ustedes en Bogota de nuevo!
Un abrazo,
Ricardo & Silke