miércoles, 27 de junio de 2007

Corta estancia en Delhi / Kurzer Aufenthalt in Delhi


Dentro del Red Fort, mientras Ricardo hacia la foto de esta parte del palacio de Shah Jahan (el mismo emperador mogol que mando construir el Taj Mahal), otros le hacian fotos a Silke! / Innerhalb des Red Fort, waehrend Ricardo dieses Foto von einem Teil des Palasts von Shah Jahan machte, baten mich andere um eine Foto mit mir / while Ricardo was taking a picture of this part of the palace of Shah Jahan inside the Red fort, others took pictures with me.



Incluso en la tienda de Adidas del centro comercial super moderno, se pone el antidoto contra el mal de ojo: limon y varios chiles ensartados / Selbst im supermodernen shopping centre, hier vorm Adidas-Laden, haengt dieser Aufhaenger gegen das boese Auge, aus Zitrone und Chili / Even in the ultramodern shopping centre, here in front of the Adidas shop you will find this hanging to protect from the bad eye



Volamos de Leh a Delhi el dia 17 por la mañana. Y nos esperaba una sorpresa: Delhi con lluvia! Cuando iniciamos nuestro largo viaje con el aterrizaje en Delhi el dia 2 de junio, sufrimos durante un dia y medio (antes de volar a Srinagar) un calor infernal, de mas de 40 grados a la sombra y que parecia derretir el asfalto. Y ahora en cambio encontramos un tiempo mas bien fresquito y una temperatura que fluctuaba entre los 20 y 25 grados. El contraste no era solo por la temperatura o la lluvia, tambien por las sensaciones que nos produjo la ciudad en esos dos momentos, momentos de un dia y medio antes de tomar un avion.
Delhi es una ciudad dificil de digerir, extraña, fascinante, desagradable, sorprendente. Del primer dia y medio, el del aterrizaje en India, quedaron estas notas... El olor de la ciudad, el que entra por la ventanilla abierta del taxi que tomamos en el aeropuerto, es un olor de descomposicion organica, de frutas y verduras pudriendose con el calor, un calor que arde en la cara como si se estuviera delante de la puerta abierta de un horno. Las construcciones de la ciudad, en general, tambien se descomponen, se caen como si hubieran desfallecido despues de un gran esfuerzo. A veces parece como si un gigante hubiera saltado en medio de las casas, agitando una enorme maza, y hubiera golpeado por aqui y por alla, una casa si, una no, esta mas fuerte, aquella solo en una esquina, o esta ultima con los dedos como si hubiera escarbado buscando algo...
La segunda ocasion, con el bajon de temperatura y la lluvia cayendo a rachas, dejaba algunas estampas dignas de recordar: hombres en bicicleta o en scooter que sostienen heroicamente un paraguas, negro casi siempre, mientras muchas personas caminan por la calle como si nada, como si la lluvia fuera solo un accidente, o como si quisieran demostrarle que en realidad no existe y que ellos no se estan mojando. Aunque juro que se estaban mojando y yo me preguntaba donde se secan, como van haciendo su vida normal a lo largo del dia si se van mojando, o sera verdad que no se mojan? Los mas humildes, esos que siempre llevan una especia de toalla o pedazo de trapo al hombro que tiene multiples usos, se lo ponian en la cabeza y continuaban por ahi buscandose la vida. Con la lluvia destacaba mas la vegetacion, ya de por si exuberante, una vegetacion que desborda sus propios limites, arboles sobre otros arboles, enredaderas, plantas trepadoras, flores, todo ello hace de Delhi, en muchos sectores, una ciudad muy verde, casi selvatica.
En fin, que asi nos recibio la capital de nuevo, y esta vez no insistimos en quedarnos en Old Delhi, nos fuimos al sector de Paharganj, que es donde suelen recalar los mochileros, y resultamos en medio del caos de la Main Bazar Road, una calle estrecha llena de comercios y de gente circulando en todos los sentidos en medio del barro. No es precisamente un lugar tranqui para pasear... Lo bueno de estar alli fue que el hombre de la agencia de viajes del hotel resulto ser una buena persona que nos dio mucha informacion, tanto asi que de nuevo cambiamos nuestros planes (queriamos quedarnos en el centro-oeste para ir a Varanasi, Agra, etc. y luego ir al sur para desde alli volver a Delhi y coger el avion a Japon) y decidimos ir directamente al sur a encontrarnos con el monzon (y asi estaria mas fresquito) y luego regresar por esa zona del centro a Delhi. Asi que de nuevo avion al otro dia hacia Chennai (antigua Madras), capital de Tamil Nadu, estado del sureste.
Pero antes de coger el avion vale la pena recordar que la noche que pasamos en Delhi habiamos quedado de vernos con Gaurav, el hijo del cliente de Silke que vimos al comienzo del viaje. Pues bien, lo llamamos y nos dijo que tenia visita en casa, que si queriamos ir eramos bienvenidos, y es que resulta que celebrarian, por la noche, que su esposa habia quedado embarazada! Visitamos al final de la tarde el Red Fort, y luego fuimos a su casa y fue muy interesante, porque pudimos ver una familia de aqui celebrando ese acontecimiento, estaba desde la abuela hasta unos primos y tios, vimos tambien una parte del video de su boda (en una boda hindu el novio va montado a caballo de su casa a la de la novia, mientras sus parientes lo acompañan bebiendo y bailando a su alrededor). En fin, nos trataron muy bien, comimos delicioso, nos dieron al salir una caja enorme de Laddus (unos dulces hechos a base de mantequilla), nos llevaron al hotel (que era bastante lejos de su casa) y nos quedo esa agradable sensacion de haber compartido una celebracion familiar como si fueramos parte de esa familia.
Y bien, al final de la tarde del lunes 18 volamos a Chennai, y llegamos alli sobre las 11 pm. Tomamos el consabido "pre-paid taxi" y el tio no solo hablaba muy poco ingles y ademas con un acento marcadisimo (era nuestro primer contacto con el tamil, a cuya tonada nos acostumbrariamos luego), sino que aseguraba que sabia para donde ibamos y en realidad estaba "mas perdido que el hijo de Lindbergh", como dice mi papa. Las calles eran muy oscuras, no se veian los nombres, y el tipo iba preguntando a quien podia la manera de encontrar la direccion del hotel que le habiamos dicho. Cuando llegamos por fin, el sitio no valia la pena, asi que seguiamos en manos del tipo para la siguiente opcion, que por fortuna era en la misma calle, y sin embargo el taxista casi se pierde de nuevo (Silke tuvo que indicarle el camino). El hotel era aceptable, aunque antes y despues todo tenia apariencia de ser una calle de talleres de reparacion de motos, automoviles, etc.
Al otro dia, antes de coger el bus al proximo destino, Mamallapuram, fuimos al final de la mañana a un sitio llamado Teosophical Society, que segun nuestro Lonely Planet prometia unos bonitos jardines y el arbol de banyan mas grande de la India. Llegamos y ya habian cerrado para la pausa del mediodia, asi que nos lo perdimos y fuimos hasta Elliot Beach, una playa al final del camino donde paseamos un rato y volvimos al hotel. Finalmente, nos fuimos a la estacion de bus de Chennai, que otra vez segun Lonely Planet es la mas grande de Asia (y realmente es enorme, pero no se si para tanto...) y cogimos el bus a Mamallapuram (serian unas dos horas), un pequeño pueblo en la costa donde tal vez nos quedariamos unos cuantos dias...

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In Delhi hielten wir uns diesmal nur kurz auf. Ueberraschend war, dass Delhi dieses Mal kein Ofen war, sondern uns mit Regen und angenehmen 25 Grad erwartete. Nachdem wir morgens aus Leh eintrafen, unsere Unterkunft in Paharganj gefunden hatten, wo man nicht wirklich nochmal hin will, machten wir eine kurze Besichtigungstour ins Red fort. Da Sonntag wimmelte es dort vor indischen Besuchern auf ihrem Sonntagsspaziergang. Von einem Besuch der Altstadt, insbesondere um die grosse Moschee Jama Masjid zu besichtigen, wurde uns leider abgeraten. Da waeren zuviele Taschendiebe und mehr unterwegs...
Abends hatten wir vor mit Gaurav, dem Sohn von einem Kunden, etwas zu unternehmen. Doch da er gerade an dem Tag eine Familienfeier hatte, lud er uns kurzum dazu ein, wir sollten doch einfach zu ihm nach Hause kommen. Nachdem er uns versicherte, dass wir ueberhaupt nicht stoeren wuerden, nahmen wir die Einladung an und machten uns abends auf den Weg in den Sueden Delhis. Der Anlass der Feier war dass seine Frau in 2 Monaten ein Kind erwartet. Es kam seine und ihre engere Familie zusammen. So lernten wir alle einschliesslich der Oma kennen. Es war sehr besonders, mit dabeisein zu koennen und so eine indische Familienfeier zu erleben. Alle kuemmerten sich ganz ruehrend um uns. Sie zeigten auch den Film von Gauravs und Rubys Hochzeit, womit wir die Traditionen einer hinduistischen Hochzeit erfuhren. Zum Beispiel reitet der Braeutigam auf einem Pferd von seiner tanzenden Familie und Musik begleitet zum Ort der Feier.
Gauravs Kousine ist Deutschlehrerin und erklaerte mir noch vieles mehr der Traditionen und was immer ich an Fragen hatte. Das Essen war auch ausgezeichnet und jeder Gast nahm eine grosse Packung leckerer Laddus mit heim, ein Butterdessert.
Am naechsten Abend flogen wir von Delhi nach Chennai. Zu so spaeter Stunde war unsere Unterkunft, die wir letztendlich akzeptierten, auch nicht besonders einladend. Daher hielten wir uns auch nicht lange in Chennai auf. Die theosophical society, die wir in Chennai anschauen wollten, war leider geschlossen. Also zogen wir bald weiter und reisten per Bus nach Mamallapuram, um in etwas ruhigere Gefilde zu kommen.

3 comentarios:

Daniela Violi dijo...

Apenas regresen les voy a hacer un test a ver de cuantos nombres de esos se acuerdan! jejejee!!! Los pienso mucho! No saben como me goce las fotos de los templos, un suenyo! Un abrazoooO

Cris dijo...

Estoy frente a la compu, escuchando música, tomando una buena copa de vino y leyendo el viaje...¡¡fatal!!, me di cuenta que vengo viajando con Ustedes casi en silencio.¿Será mi costumbre de leer a los viajeros del XIX por los Andes? ja,ja. Seguro es más esta idea de ritualizar los momentos: el vino, la música, las imágenes, las palabras, los amigos, los nomadismos. Todo esto es genial, es fantástico que la cotideaneidad pueda romperse para asumir juntos en este viaje otra multiplicidad de itinerarios con los lectores conocidos y no!!
Estoy dando vueltas por allí y por aquí...me acercaré un poco mas con las palabras.CHUICK!!

maria jose larrain dijo...

ya ven, ¡a ver si van a tener la culpa de la borrachera de Cristina! Tanto viaje, tanto cuento, tanta historia... En fin, que de esta experiencia ya se observa que saldrán innumerables consecuencias de lo más inesperadas, así como las esperadas. No sé que opinen los demás, pero me refiero puntalmente a Silke dándole instrucciones al taxista perdido de cómo ir donde habían de ir. Me da a mí que esta chica tan requete viajera ya lleva el GPS incorporado en la parte frontal de la nuca, ahí, justitito arriba del hueco que la separa del cuello....¿me siguen? Bueno, que eso. Por no hablar de su fotogenia, que sin duda supera la de cualquier edificio indio, de los habidos y por haber. Paciencia Ricardo, y mucho orgullo, ¡que carajo!
Que bien me lo estoy pasando en este viaje.